"A veces no se si realmente estamos viviendo en una nueva dimension donde los engranajes de la existencia siguen rodando".
Voivod

Metal Requiem, 20 años de thrash metal

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Hace 20 años, a TatuArte, tatuajes y rock, en el bar Tzijolaj (zona 1) llegaron cuatro patojos de pelo corto, vestidos de negro a tocar su música, junto con otras tres bandas más. Chicos de clase media que forjaban una música hormonal, yéndose por lo más rudo, lo más duro y lo más cabrón. Su nombre: Metal Requiem. Conformado entonces por los hermanos Ezra y Alden de León (The Crow y Skullcrusher) que constituían la base (bajo y batería), acompañados por el cantante Tormentor (Walter Villegas) y el guitarrista Massacre (César Flores).
 
Desde ese 17 de agosto, su declaración de principios fue clara: trash y death metal original. Por lo mismo, en ese primer día, se escucharon temas en inglés como, Inquisition, Psychosis, Apocalyptic Rider, Black Warrior, pero también citaron influencias Painkiller, por ejemplo, de Judas Priest.
 
Repito, han transcurrido 20 años desde entonces y ahora la banda está integrada por uno de los más fieros guitarristas Raúl Cerna; luego el bajista Daniel Demolisher González; el cantante Julian The Preacher Garden; y por supuesto, el cofundador Skullcrusher. Metal Requiem mantiene los motores encendidos. Sigue adelante con nuevos proyectos. Con un nivel de entendimiento del género que le ha permitido incluso, el montaje de piezas más audaces, más aceleradas, más aceradas y si me apuro, más agresivas. “Con la alineación actual todo va muy bien. Por supuesto, ha tomado su tiempo para llegar a eso”, comenta Skullcrusher.
 
Egos afuera
De hecho, hoy esos ensayos de la banda se realizan en forma puntual, cada uno lleva su equipo e instrumento, deja ver el grado de madurez, responsabilidad y el rol que desempeña. Hay que recordar que ya todos han estado en bandas donde igual hubo envidias, egos alterados y mucho caos. Y eso, ahora se acabó.
 
Y se terminó por la sencilla razón que eso no conducía a nada, incluso la actitud de algunos músicos fue una rémora para el avance de la banda. Skullcrusher se lamenta cierto exceso de tolerancia que hubo en el pasado. “Ciertas actitudes frenaban el ascenso de la banda. Recuerdo que perdimos a algunos miembros, que eran muy buenos, por eso. Se hubieran alcanzado ciertas metas en un plazo más corto”.
 
Sí, esa serenidad, madurez y aplomo no ha sido fácil. En el camino Metal Requiem descubrió aspectos insondables no solo de las personas, de las dinámicas interpersonales, sino también de la música, como el hecho de cantar también en español. Y sucedió. En su tercer disco, la pieza Crucified, incorporó una frase. La respuesta fue evidente. Después fue más lejos al presentar Sangre, completamente en español, y hoy es uno de los clásicos e infaltables del repertorio, en sus conciertos.
 
Algo también ha aprendido, buscar nichos en mercados extranjeros. La banda se ha escuchado en Latinoamérica, en Europa, Asia y Estados Unidos, en particular gracias a la constante producción de videos que se viralizan en algunas regiones.
 
Calidad sin desmayar
 
Hasta ahora Metal Requiem el motor sigue en marcha, pese a los tiempos, a los cambios de personal, a las puertas cerradas de los medios e incluso a la escasez de venues, en parte también gracias a las herramientas de grabación que permiten hacer producciones más detenidas, más elaboradas y más sopesadas. Aunque por supuesto, como muchas de las bandas actuales, al no contar incluso con medios de difusión, aprendió a gestionar la producción y promoción de su propio material.
 
La evolución de Metal Requiem en dos décadas es evidente. Si uno compara lo hecho al inicio con lo presentado en julio del año pasado Sickness within, por ejemplo, lo palpa. “Todo en la banda evolucionó” dice Skullcrusher, y añade: “la calidad de los músicos que se integran, la técnica para tocar y la dificultad de las canciones es muy notoria. Incluso la forma de componer. Ese es un reto que nos trazamos desde el inicio, la de no quedarnos con lo mismo o repetir lo que ya se ha hecho”.
 
Eso que también alcanza a las letras de las canciones. Se apartaron de aquellas que no dejaban nada al escucha y se decantaron por narrar algo más real, cotidiano y auténtico. “Cada año aprendemos más de la vida y de las situaciones que nos han sucedido. También de cómo hablar de estas cosas, puede ayudar a otras personas que pasan por lo mismo o pronunciarnos sobre situaciones políticas o religiosas que nos molestan y que, a su vez, sean una reflexión para avanzar como humanidad”.
 
Uno podría pensar algunas de sus canciones han envejecido (todo envejece), pero Metal Requiem confía en que aún son actuales. “Son temas sociales que aún persisten. Hemos hecho producciones que poseen un sonido de mejor calidad que han resistido el paso del tiempo. El público les tiene mucho aprecio. Son cinco discos en total los hechos y ya son bastantes canciones por interpretar”.
 
Anhelos de origen
 
Cuando se le pregunta a Skullcrusher si Metal Requiem es la banda que pensó iba llegar a ser al inicio, responde categóricamente: “Sí lo es. Hemos tenido mucha suerte de aún estar vigentes. Ese era el objetivo desde el inicio. Lograr hacer música propia, hacer videos, discos, ofrecer conciertos, realizar giras dentro y fuera del país, tocar con las bandas que nos influenciaron, realmente es ¡un sueño logrado!”.
 
El batería y compositor ha expresado sus ideas y sus reflexiones, de recordar cuando con una playera negra sin mangas de ese primer concierto en la zona 1, conducía el doble bombo de su batería en busca del deseado tow beat, es decir, ese galopeo sin límites, avasallante y preciso. Pero también del peso que recayó en él al ya no continuar su hermano y buscar sin desmayo apoyo en otros colegas. Casi concluye diciendo: “En estos 20 años todo ha valido la pena. El camino no ha sido fácil, pero he podido contar con el apoyo de buenas personas cerca que han ayudado a levantar a Metal Requiem”.
 
El único miedo que le queda hoy es, “¡que se le acabe la motivación a la gente por escuchar metal!”. Y su mayor fuerza este año, será la publicación de su próximo álbum Reborn.
 
Créditos de imágen: HUICHO ARRIAZA
 
 

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Por Jorge Sierra

Jorge Sierra

En su haber está la conducción de cuatro programas radiales dedicados al rock: Antena Universal, Conmoción, Revolución Rock y El Gran Debut. Su cuerpo de trabajo descansa en los reportajes y críticas dedicadas al rock y a la música en general para Crónica, elPeriódico y Siglo21, Nómada y en Escuchaesto.com. También está su investigación sobre la música nacional en el libro Guatemala, historia reciente (1954-1996), Vol. V, por FLACSO.

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